lunes, 10 de octubre de 2011

ANTE TU MIRADA



Aquí estás de nuevo... herido y ensangrentado
el mástil es la arena, los gritos revientan
la sangre mana,  me hago dentro de mi propio cuerpo
mis ojos miran aterrados mientras corro
las lanzas se clavan una y otra vez 
los gritos me lastiman, son ensordecedores.

¡No regreses!... ¡te lo ruego!...
el mundo está perdido y las lámparas se secan
alguien olvidó las cerillas sobre la mesa;
copas llenas de tu sangre se sirven
los músicos cantan con locura
para que no escuches mis gemidos...

Aquí estoy, dentro de ti...
aún en mis últimos instantes
no sé si eres tú... o soy yo...
el pastizal es verde y las cascadas rebosan
mientras lloras y gimes en la oscuridad...

Lágrimas de mi corazón .... ¡no llores más!
ojos de cal y ceniza no mires más
deseo viajar pronto contigo
¡ven en mi auxilio!
en bestias se han convertido;
sus razones son suficientes 
más no mis gemidos de dolor.

Ahí estás... ya mis ojos te divisan...
una gran nube blanca me tapó los cristales
pero de nuevo los abro y me enceguece
el gran desierto quedó atrás;
sus resecos corazones sedientos de tu sangre
de la mía que eres tú disfrazado,
mis angustias tocan a otra puerta
grande  y clara como los rayos dorados de tu sol.

Raquel
Barranquilla, octubre 8/11.

No hay comentarios:

Publicar un comentario