lunes, 10 de octubre de 2011

MANDARÍN Y SUS HIJOS VISITAN A "RANITA"


MANDARÍN Y SUS HIJOS VISITAN A "RANITA"


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Ranita estaba muy emocionada hoy, su comadre "Mandarín" llegaría de visita,
ella le había contado que un gran árbol la cobijaría mientras sus muchachos crecían,
sus ojos desde allí divisarían sólo un instante el paisaje a su alrededor 
también el gran lago en donde vivía su amiga y comadre a quien tanto amaba.

Había contado que sus muchachos un poco tímidos casi nunca se enfrentaban al vacío,
pero ella tomó la decisión y se lanzó, invitándolos: "ven... ven acá mis niños, nada pasará",
a lo que los chicos "no má teno meoooo" decían ( pio pio pio)...  
pero ella con ese amor tan paciente les anunciaba:
aquí hay un gran lecho de hojas secas que nuestro encino preparó para nosotros,
no les sucederá nada, y los alentaba una y otra vez con infinita paciencia...

El nené que admiró todo primero,  fue quien dio el primer salto 
su corazón latía aprisa pero ya una vez el vacío pasó,
empezó a llamar a mami emocionado y alentó a sus hermanos:
pío píooooo / que significaba: ¡¡ atrévanse hermanos míos es una rica sensación!!
¿vieron que no sucedió nada conmigo?

De a uno se lanzaron mientras la comadre de Ranita según le contaba
los animaba, los últimos fueron los que reventaron el cascarón más tarde
estaban un poco tímidos  pero aún así con coraje se lanzaron a la vida hermosa que ofrecía aquél pantano donde unas grandes flores de colores los esperaban.

Era el anuncio de la primavera y la comadre Pekín corría por entre las secas ramas,ese olor inigualable la llamaba mientras ranita no cesaba en croar, tenía todo preparado; sería una gran fiesta con esos chicos algodonosos y bellos que llegarían aprisa,sus cánticos como una oración al cielo y sus pequeñas paticas acariciando cada loto donde ella vivía cada día con una felicidad plena, sin exigir nada más...

Escuchaba los chillidos de los niños, Ranita subió por un gran lirio, después hizo malabares por algo que un bípedo atravesó en su lago con motivos que adivinaba pero que prefería no pensar en ellos, saltó hacia una rama más alta...desde allí los divisaba embelesada. Levantó  su mirada al cielo como otras veces; se admiró de la creación aún sin saber quién había fabricado todo para ella con tanta belleza y tanto amor que ningún pintor sería capaz de plasmarlo, sólo había uno de luz que ella imaginaba siempre en sus sueños,  y saltó hacia la orilla para esperar a sus bulliciosos invitados...


Raquel
B/quilla, oct.10/11


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