miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL NAVEGANTE (36)




EL NAVEGANTE (36)

Está encendida mi  lámpara
el vidrio empañado es un toque de invierno
con promesas estampadas en su cristal
y el corazón siempre ansioso
en espera de tus palabras.

Abrázame fuerte que desvanezco...
Eres la fuente donde quedarán mis llantos
 y renacerán las alegrías.

¡Luna triste no clames!
Estoy sobre la enramada
donde una nube pálida
se derrite sobre mí.

No hay  tiempo para llantos,
mi corazón ansía creer 
que tus ojos miran lo que ven los míos
desde la ocuridad y neblina de ventana...

Ven... sortilegio de mi vida...
las sábanas están azules y ondean sobre la arena...
gimen las gaviotas y se elevan de nuevo
alguien se empeñó en cantar para mí;
mientras danzo con la brisa fresca y te envío un "te quiero".

Ya subí todos los escalones que el destino me predijo,
y en la distancia miro y te imagino sobre un gran barco....
aquél que viene en el silencio de la noche; 
se mezcla como navegante de fuego y espuma
y ancla sobre la nave de mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, septiembre 15/11

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