jueves, 21 de julio de 2011

TE QUIERO (309)


TE QUIERO (309)

Cuando te digo: "te quiero",
el sol aparece y resplandece en mis días,
más el tuyo se oculta en otras sábanas
que veo en tu lago extendidas.

Si deseo tu piel fría
ya estás en otros brazos
nadando en otros rios
en tanto continúo en mis desvelos.

Cuando quiero besar tu piel que invita al amor,
y aferrarme a tu cuello, abrazarme a tus piernas,
el sol está encendido y quema la carne,
mi rostro tiene sed al igual que mi boca,
mis brazos agitados saltan y vuelan
por la estancia cargada de trabajos.

En cambio estás descansado,
habitas bajo tibias aguas,
te pierdes en los besos que te corresponden
que puedes palpar, tocar, 
y sorber las mieles de la vida.

Mi vida es una estación nevada,
están lívidos mis labios, 
trato de croar pero no puedo,
se humedecen creyendo que la brisa que llega
son los besos nuevos en mis primaveras
y los sonidos de la noche son tus brazos
que nadan hacia mi rivera.

Cuando mi día termina
estoy agotada, no puedo dormir,
desde el amanecer te pienso
te añoro
   te deseo...

Más cuando mi sentir ardiente
se esfuma de nuevo con la oscuridad,
la noche me arropa con su manto suave,
vienen tal vez algunos desvelos,
en tu árbol ha de estar trinando un jilguero,
corretea una mariposa frente a tu mirada,
los cisnes se miran... se entregan...

Danzan con sus alas
fabrican un corazón para dos,
se esconden dentro del lago que ves,
unen sus largos cuellos, se enredan
se besan de nuevo con la eternidad de palabras
y la promesa de un amor eterno y abrazo fresco.

Más yo, miro las estrellas,
hoy es luna nueva, brillante... plateada...
suspira sobre mi ventana y mis ojos te llaman,
mis sentidos anuncian que es hora de dormir
pero mi pensamiento repite mientras el sueño me abraza:
"te quiero" ... "te quiero"... "te quiero"...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio  21/11

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