LA BRISA (107)
¡Cuánto te extraño libertad!
Desnudez que añoro en lejanos tiempos,
el ayer que se perdió en la felicidad plena
y que gime con la lluvia y el viento.
Llámame silencio infinito...
Siento la piel que arde con el sol,
las flautas gimen en la noche,
¿quién las silencia?
¿quién calmará su ardor?
¡Grita silencio! ... ¡abre tus alas y vuela!
¡Desaparece entre los frondosos árboles!
Te esperan anhelantes abrazos de mar
suspiros llegan desde un bohío,
allí quedaron perdidos tu amor y el mío.
¡Danza! ... añoro canciones al bosque,
a la Pacha mama que es mi verdadero Dios,
a la espuma que baja entre las cascadas
y que se abraza ardorosa contigo al pasar.
¡Salta!, brinca desnudo, lléname de besos,
mientras te entregas y me brindas
danzas hermosas al amor,
al placer de tu cuerpo cristalino
de tus ojos de dulce mirar.
Agita tu danza entre mi cuerpo de fuego,
nos perderemos entre la hierba verde
y moveremos el mundo entre ramas secas
y olivares tiernos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 6/11
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