sábado, 30 de julio de 2011

LOCA POETA (224)

LOCA POETA (224)

 Alguien denigró de mí,
me dijo que no era poeta
que sólo era una loca más...

Me dirigió una áspera mirada
mientras con su veneno me dañaba
y me hacía sollozar.

Alguien que no me conocía
intentó dañar un apellido
no era el suyo, era el mío.

Se llenó de ira por mis escritos,
me llamó de nuevo: ¡loca!
Aunque no me molestó,
me gusta aprender
y dar tiempo al  tiempo.

Le repliqué:
Soy la loca que siempre he sido,
con los años que llevo encima
no he cambiado de faz,
mi corazón es el mismo...

¿Qué poeta no es un loco?
¿Existe algún loco que no sea poeta?

Más el tonto sólo calló...
Escupió sucias palabras,
vociferó con su voz
y dañó la magia.

Se replegó sobre sí mismo,
las recogió,
se las metió por la garganta...

Parece que un loco que pasó
sólo le dijo:
¡Tienes que aprender a masticar,
a digerirlas primero
antes de lanzarlas!

Así entenderás la poesía
y a no criticar a tanto loco
que aunque no se lo crean,
son verdaderos maestros,
alfareros con magia al escribir.

Un sabio es un loco
que ama las palabras.


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, junio 4/11

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