SIN NOMBRES (223)
Vi los charcos que bajaban,
los dos saltaban cual peces
fuera del agua...
Los vi mirarse a los ojos,
eran cristales idos
que se esfumaron en la nada.
Ellos subieron a un coche,
los fusiles terciaron,
veloces corrieron,
a mi ventana asomaron...
Los vi reír a carcajadas,
ellos dos ya no estaban,
murieron abrazados
en la sucia acera,
sin más palabras
que sus llagas...
El charco llegó a mis pies...
Sí,... los vi... los reconocí,
hoy debo cerrar la jeta:
"si no quieres morir"
Los vi llevar a enterrar,
se fueron con sus ideas,
decían que eran comunistas,
conocí de sus nombres,
de sus planes...
¿A quién le importa compartir?
Debemos es consumir
aunque el hambre
tenga sabor a mierda...
Me vio a los ojos,
pero también leí los diarios,
era de apellido Blanco...
¿Quién no lo reconocería?
Recibió de su mismo dardo...
No lo vi enterrar,
más alguien festejó...
Es que los muertos fueron dos,
y él descargó toda la carga.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 9/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario