PEKÍN (128)
Publicado
pors en abril 23, 2011 en 12:30pm
Estoy sobre la hierba húmeda
y el mismo tronco muerto
diviso en el horizonte,
pero todos mis pensamientos
los amarro en una cinta roja
para enviarlos a tu corazón.
los amarro en una cinta roja
para enviarlos a tu corazón.
Escribo otros poemas
y los pájaros de nieve los borran,
me transformo en alas de colores...
¿Será que me puedes hallar?
Pinto corazones con el arco iris
Invento palabras campesinas,
las adorno con humildes pétalos,
¡bien sabes que son por tu querer!
Lloro en silencio ante la musa necia
pero ella se aleja hacia un rosal,
se va con los flamencos,
se eleva con gaviotas afanadas,
se esfuma entre gastados óleos que diseñan amores,
pintando ardores entre las flores
pintando ardores entre las flores
que desaparecen al morir el sol...
¿Qué locuras habitan en mí?
Que no te ahuyenten mis suspiros
que no se alejen tus palabras con el tiempo
como mueren mis fantasías,
con el atardecer.
Mi cárcel, soñar contigo,
mi sueño, que tu sonrisa sea para mí.
mi sueño, que tu sonrisa sea para mí.
No perturbaré tu lago,
aunque tu mirada no sea mía,
sobre el mismo tronco dónde está mi vida
ahí me quedaré.
ahí me quedaré.
El lago turbio pinta mis sueños,
que parecen lotos despertando al aura
y vanos sentires nacen de la tristeza,
y vanos sentires nacen de la tristeza,
duermen con el brillo que deja el sol
bajo la grandes hojas.
bajo la grandes hojas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 23/11
No hay comentarios:
Publicar un comentario