viernes, 22 de julio de 2011

PARA TI (278)


PARA TI (278)

Mi negro aviador, 
consentido corazón:
¡qué pronto olvidas el amor!

Regar tu mies sobre ella es mejor,
arrulla sus alas consentidas,
no habrá dobles palabras,
intenciones vanas 
ni tristes despedidas...

Más de nuevo te digo,
hay un  espacio para ti
en mi jardín a donde llegarás temprano.

Tengo rosas en las manos,
mis labios son pétalos encendidos,
el corazón un reloj de arena
con el tiempo que tú desees,
y los suspiros que anheles.

Viaja conmigo,
déjame perderme un rato
tan sólo momentos a tu lado.

No me niegues una imagen querida
donde pueda recordarte,
descanse de mis arrebatos
y te pueda besar acompañada 
por los luceros y la luna nueva.

Soy un payaso fresco
en su última actuación,
la de un corazón limpio
que dejó la suciedad atrás.

El camino sembrado de espinos
está reseco y con él se fueron mis dolores.
Espero una mirada tuya,
una palabra que me advierta
que no te has ido, que aún estás aquí
para escribir versos nuevos,
aquéllos que no te enojen.

Levanta tu ánimo caído sobre mi vientre
y piérdete de una vez por todas,
junto al placer de amor que te ofrezco
sin pedir nada, sin exigir compromisos,
aliados por nuestras palabras
y alcahueteados por nuestros anhelos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio  4/11

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