jueves, 21 de julio de 2011

CON TU AMOR (306)

CON TU AMOR (306)

En mi propio espejo de agua me copiaba.
Incrédula, observaba un rostro de niña.

No había coquetería ni galanteo...
Mis alas extendidas me indicaban
que pronto ya no habría un canto final
ni una despedida...

El cristal era el mismo de siempre...
Las mismas huellas sobre las heridas viejas.
No alcanzaba a ver mi pico rojo,
más en la fuente de mis ojos,  
te divisabas oscuro y lejano...

Una tonta niña, crédula, ingenua
caía en el lago turbio de otros días,
y su amante de mentiras se escondió
aunque decían que entre los cisnes
era eterno el amor ...

Escuché un cántico feliz.
Dicen que en su único día
donde entonan una canción,
será su viaje sin retorno.

Solitario se esfuma en el estanque frío.
Desaparece silencioso sin mirar atrás,
y el bello cantar se va con él,
así la espuma blanca y suave
que se dibujaba en el espejo de su vida.

Ya no estás aquí...
Sólo hay hojas muertas.

Encuentro palabras escritas en el viento;
una luz ilumina tus días
hace que mi blancura no apetezcas,
y me veas cual alondra de paso.

Soy un cisne blanco
de grandes y preciosas alas
¿qué te hizo olvidarme?

Nunca me perdería en el lago
sin antes esperar de ti aunque sea un beso
o un aleteo suave de tus alas en las mías.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio  18/11

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