LLOVIENDO (17)
Rayos de tus ojos
temblor de labios
vértigo de colores:
me embriago en tus caricias.
Cae lluvia fresca
eres un beso mañanero
sobre mi temprana flor,
convirtiendo en diamantes sus pétalos,
mientras me abrazas nuevamente,
y ellos se abren húmedos
para ti al ritmo de la música.
Llueven abrazos de lluvia
que se desvanecen en arroyos
que nutren y renuevan...
Besos, humedad, calor...
Nuestros pies no quieren terminar,
la danza apenas empieza
y tu boca nuevamente sobre la mía.
Abrázame corazón hermoso
mientras la música suena...
Nuestras piernas se juntan,
Nuestros brazos se rozan,
la lluvia y los relámpagos no cesan.
Cierro los ojos y me ilumino...
Es un rayo nuevo que acaba de penetrar
y mi piel candente y amorosa lo recibe...
Junta tu cuerpo al mío...
Quítate las vestiduras y deja que la lluvia nos bese
que los relámpagos nos iluminen
y que la magia del amor continúe...
La fruta húmeda y apetecida está ahí,
roja y encendida, mojada y frágil
abrió sus pétalos para ti.
Ven mi verde corazón con olor a hiervabuena
riega de nuevo tus perfumes dentro de mí,
mientras la tormenta me anuncia
que la música continúa,
el ardor se calma
y el rocío enfría tal pasión.
Dame ese abrazo tan esperado...
Que suspires de nuevo
mientras los rayos iluminan el cielo
y nuestros cuerpos siguen el ritmo
de la música que suena para nosotros ahora.
¡Danza!... así... suavemente... cadenciosamente...
La música es bella e incita a nuevas caricias,
derrítete que soy sólo tuya
y tú eres mío y la entrega es absoluta,
como se entregan las flores al calor del sol
y la lluvia besa sin cesar
cada flor nueva y cada capullo,
cada lirio escondido, cada eterna primavera
y cada nardo encendido dentro de mi corazón.
SHEILA
Barranquilla, julio 25/11
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