DOLORES/Dora (192)
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Publicado pors en enero 16, 2011 en 11:00am
Duelen en
el alma los temores,
ante una
vejez en abandono,
las
miradas inocentes de los niños
tras el
viaje sin retorno de su amado padre,
y la
indolente mirada de sus parientes
en el
ocaso de sus vidas.
El dolor
cala los huesos
ante la
impotencia y el olvido,
ahí
preso, cautivo...,
en el
abrumador paso de su tiempo,
con un
sendero sembrado con espinos.
Duele el
maltrato al inocente,
semeja daga
clavada en un novillo...
Las risas
de júbilo y contento
donde
también se adoctrinan corazones,
sembrando semillas de crueldad
desde su
cándido mirar...
Impávida mira
Dolores
tejiendo
dulces calcetines
con su
vientre vacío de amores,
ahí cobijaría paciente derrengada de calores,
unas
tiernas manos abrazadas a los sueños
de pechos
sonrosados y rellenos,
manando
su tibieza sobre bocas anhelantes
en corazones
deseosos de su aliento,
de su
pudor resguardado tras telarañas
ocultas
por el tiempo...
¡Tanto
dolor no cabe!
Se rebosa
sobre vertientes de sangre,
grita sobre
los valles humeantes de cenizas,
se agita
sobre la impávida mirada de mandatarios,
que
observan indolentes, cómo el hombre,
aquejado
del mal de la ambición,
destruye avanzando, su adorable estancia,
que
hoy yace sobre lechos de piedra
y calles
de cemento.
¡Ay
Dolores!... ¡Ay Dolores!...
¡Creo que
pronto moriremos las dos!
¿Qué
puedo hacer por ti hoy,
aparte de
mis escritos tontos?
¿Cómo
puedo consolar tu triste corazón
en
constante duelo, que camina abatido y solo
por éste
gran camposanto?
Hoy me
duele todo
hasta existir en un
mundo donde abunda la crueldad
abonada con mentiras.
¡Ay
Dolores!...
Cómo veo
tristes corazones
en medio
de risotadas de alegría,
mientras
despedazan sus crías,
beben su
sangre en brindis de pasión y orgías,
que
agonizan sobre sucios lechos
sembrados
de semen y sudor.
Vacíos en
el alma el hombre tiene...
Soberbio
corazón que no me miras desde ti,
¡Soy tu
Dios quién te ha dado la vida!
Sopesaré
tu trabajo
en el
hospedaje hermoso que te regalé...
Miraré
qué hiciste con el don de la vida,
mientras
voy por Dolores
que está
con su virginidad aún dormida.
Tengo
preparada una estancia más placentera,
ahí los
luceros serán sus crías
y mis
besos, manantiales tibios
sobre sus
rosados pechos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 16/11
Dedico éste poemita a mi hermana Dora María, la Dolores de mi historia, se queja mucho y todos los días dice que se va a morir, además me pidió un poema..., jajaja! me dice que éste le cae gordo... además... dice que se muere virgen... , uyyyy qué perezaaaa!
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