Todo sucedió en el rosal de mi tía María.
COLIBRÍES (242)
Publicado
pors en agosto 28, 2010 en 1:00pm
Esmeralda de los
campos y jardines
grácil encanto
emplumado en miniatura,
del más bello cuento de hadas
vivaces, alegres y ligeros,
encantan cuando posan en mi huerto
probando la miel de perfumadas flores,
y como fugaz estrella luminosa
me ven... y desaparecen.
Bello nidal oculto en los rosales
con alegres y veloces vuelos,
construye con su prenda amada
suave corpiño entre mullidas sedas,
escogidas con esmero
entre su entorno
mágico.
Viajan veloces...
Asintiendo al fin, en un rito misterioso,
se ocultan, tenues, silenciosos,
entre las dos rosas más bellas de su huerto amado.
Asoma ligero, es tierno copo de nieve,
tupido... suave... abrigado...,
tejido por sus picos generosos,
no ha nacido aún el artesano
para fabricarlo tan mínimo y precioso.
El silencio ha tornado a mi rosal...
Segura estoy que temen a los ruidos de la noche.
Se esconden,
vigilan, se abrazan;
y entre arrumacos de los enamorados,
una mínima perla en su centro esconden.
Han pasado varios días...
!Algo fantástico ha sucedido!
El amor llena el pico con mínimos manjares,
al llegar veloz y entusiasta
hasta su preciosa cuna.
Hacen turnos... se estiran, se limpian,
se encogen, se miran...,
y con el esplendor de sus graciosos velos,
se duermen lentamente
cobijando sus pequeñas crías.
Van cubriendo su desnudo cuerpo
con las piedras más preciosas:
Diamantes, rubíes, perlas;
y sobre su metálico pecho
mínimas y bellas esmeraldas
bajadas por un ángel
desde el inmenso cielo.
¡Hoy es el día!
¡La magia ha retornado a mi jardín florido!
Se escuchan aleteos leves
que van desde el rosal
hasta un arbusto umbrío,
brillando con el sol
con resplandor divino.
¡Se ven tan frágiles y asustados!
¡Sus padres los animan presurosos!
Lentamente abandonan de a uno mi rosal
entre cortos saltos y anhelados vuelos.
Cantan alegres a pesar de las espinas...
Abandonan pronto su tibio y perfumado altar,
que cobijó su vida milagrosa,
dando muerte a tan hermosas rosas
que se ofrendaron,
para proteger sus vidas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 26/10
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