¿Y POR QUÉ NO? (32)
Siempre habrá una ocasión,
hoy no será la última...
Empezar a contar, dirías...
Imposible olvidarte...¡nunca!
Levantar banderas al amor,
con muchas travesuras.
Dios por siempre de testigo.
¡Oh! corazón de fuego amado:
Sólo tú eres calor abrasador
cuando hallas tanta espina.
Igual que ayer,
sin importar festejaré...
Ellos serían mi motivo,
nunca sus detalles olvidaré.
Tocaron por siempre mi alma herida.
Amores de campanario viejo:
sonarás aunque estés frío,
pasarás sobre bosques de fuego
o sobre tus propios desafíos...
Encontrarás amores en tus versos,
morirás también de alegría,
amarás a quien te odie,
sanarás mi honda herida.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 20/11
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