LISONJAS (23)

LISONJAS (23)

Ya es tarde...

He sobrepasado límites,
gracias a tu abandono.

La barca del olvido ha cargado conmigo;

dejaron tiradas las redes

con los pedazos de mi vida maltrecha.

¿Cómo regresaré por mis desechos,

si agonizan en tus playas

sin voz ni palabra,

sin derecho a un solo reclamo?

¿No me digas que algún día me quisiste,

si estando  yerta entre tus brazos me fingías?

Suspiros exhalabas con un brillo extraño en la mirada

mientras descubría en tu celular sus mensajes...

¡Qué dañina y cruel era tu hipocresía!

¡No mientas!, falso amor...

Perdidos mis años envejecieron, no contigo,

sino conmigo, en las soledades arrinconadas,

en las desconcertantes madrugadas

y los vacíos quejumbres de mi corazón dolido.

¡Vete! ... tantas amenazas incumplidas...

Tantos sueños abatidos y brazos solitarios...

Lágrimas sangrantes sobre vacíos cristales,

copas llenas de tus orgías desperdiciadas.

¡Brazos traicioneros,
ladrones del acíbar de tu boca

y del alimento de mis críos!

¿Quieres de mí una despedida?

Lástima me da... no de ti,

de mí, del tiempo ido sin reversa,

de mis agotadoras jornadas sin retribución,

de mi tiempo sin una lisonja,

sin un beso de amor prodigado,

sin una salida agarrada de tu mano

o de mi muchacho prendido de la tuya...

¡No olvides tus perfumes!...  /no eran tantos...

¿Acaso la paga alcanza para el derroche?

Se quedaron tus inflables escondidos...

¡Pregúntame!, tengo el duplicado de tu llave...

No escondas más tus pastillitas para el dolor,

aquéllas prodigiosas que levantaban además

tu ánimo caído,

dentro de tu chaqueta de avezado militar.

¡En ese bolsillo noooo!... /en el pequeño...

Ahí están... la última vez las olvidaste,

y ahí también quedaron guardados

los desechos de mi corazón
pero mi dignidad está intacta.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio  14/11