jueves, 23 de junio de 2011

ENTRE PLUMAS (18)

ENTRE PLUMAS (18)

Ven cariño mío,
aún hay fuerzas para tu amor,
el mismo que me sostuvo,
cuando casi desvanezco y huyo.

Más fue veloz,
llegó, me tocó con sus alas,
se marchó avergonzado;
quería tomar mi vida entre las suyas,
pero reconoció la fuerza de mi corazón.

Estoy de nuevo aquí,
en el mismo nido plantado en las alturas
donde tu amor, evocado en fantasías,
me dice que soy tuya,
y tú eres el aliento suave
de un tibio corazón que aún palpita
por el mío.

Dejaré que tu amor
aquél que en tu vuelo me imploraste,
pero con tu danza loca quebrantaste,
sea bañado de lluvia de colores ante mis ojos,
cual bello campanario palpitante, poseído;
destronado sobre mi lomo
en tu reino del amor,
donde no vacila el mío.

¡Ya no volarás!
Hay testigos silenciosos,
te vieron llorar y suplicar.

Comprendí que aún en la demencia
existe también el amor,
aquél que en un momento oscuro
sale de su lápida escondida
y suplica a Dios por la vida.

No me verás llorar
ni he de suplicar por tu cariño,
decidida estoy a ese vuelo de fantasía
que me lleve al encuentro del sol
y convierta mi vida en poesía.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, junio 10/11

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