CUANDO
TE VI [23]
Recuerdo
ese aparecer tuyo,
un
grito, un maullido,
un
iluminar mi balcón sombrío
en
medio de quejas y quejas,
de
mi acostumbrado yo.
Cuando
te vi, estaba riendo,
todo
me parecía feliz,
había
poesía y música.
En
medio del calor de un día
adiviné
tus ojos negros.
Paso
a paso,
como
gata en celo
arañé
de mi existencia un te quiero,
y
llegaste a mí
como
manso arroyuelo
que
sólo besa las rocas y sus heridas,
regalando
mágico consuelo.
Cuando
te vi amor mío,
mi
soledad encontró compañía.
No
estábamos solos,
había
otro motivo para escribir
y
desde ese instante
naciste
tú, mi poesía.
Mi
luciérnaga más preciada
en
ésta antigua soledad
que
tanto amo, y que como tus ojos,
iluminan
mis días.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 24/15
Hermosos y románticos versos querida amiga, un gusto visitar tu bello blog, abrazos y bendiciones.
ResponderEliminarHola amiga, gracias por tus lindos comentarios, parece que fue ayer cuando nos encontramos escribiendo por ahí en cualquier rincón del mundo. Ya con tus libros y yo con mi blog, agradecidas siempre con Dios por todo lo que nos ha dado. Un abrazo inmenso!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar