martes, 27 de agosto de 2013

SI PUDIERA [11]

SI PUDIERA [11]

Si pudiera bajar mi estrella
Descubrir el mañana;
me daría cuenta que todo pasa
que nada es mío.

¡Si pudiera idear ser un águila,
para volar contigo
hasta la montaña más elevada!

Tengo la certeza
de que eres la voz de un mirlo,
el sonido de una flauta,  
el perfume que guardan las flores...

¡Si pudiera descubrirte ahora!...
Decirte que no esperaré a mañana,
para rogar mi deseo.

Si pudieras escucharme,
serías mi sonrisa
y el estuche donde guardaría mi alma.


Raquel Rueda Bohórquez
27 08 13

CAMPESINOS DE COLOMBIA [12]

CAMPESINOS DE COLOMBIA [12]

El día fue para ellos, quienes proveen nuestro alimento diario, madrugan con el sol, se curten la piel y se rajan los dedos, pero lo hacen con una sonrisa en los labios y una carranga en el corazón.


 Mis niños atropellados y abusados, mañana será otro día de lucha... muchos tal vez hayan marchado, les tocó ser las ovejas, para que se apaciente el lobo.



Mis amores de tristes miradas, sin esperanza, atribulados y reunidos en medio de una inmensa olla de agua de panela caliente,  ¡no estén tristes!, el dolor que pareciera ser eterno, en algún momento pasará, así el agua fresca de una quebrada besa los guijarros al pasar.



La certeza es que Dios existe, no en el corazón de quienes nos abusan a diario, sino en el alma de la montaña, esos cerros de Colombia que tantas miradas de ambición tienen, ¡les brillan los ojos por las cascadas, por la madera!, les brillan por tan hermoso paraíso lleno de flores y aves, que destruirán, para sacar el corazón a mi madre y las esmeraldas de sus ojos, y tantos minerales, para dejar sólo huecos que serán las tumbas del mañana.



Pero nadie se irá de aquí sin pagar por sus fechorías, hasta último momento la conciencia atacará, y será ella quien los condenará a ese infierno creado por ellos mismos, en alguna caverna oscura en su propia misteriosa existencia, tan improductiva en amor, que no fue semilla para el paraíso, ni abono para la tierra.

Alabanzas a Dios, me parece escucharlos, viví muchos años sus historias de terror y dolor, conozco de cerca su problemática, pero desde mi cocina sólo puedo orar, bendecir y procurar no gastar mi dinero en tonterías para llenar mi casa de vanidades, pero sí comprar de sus cosechas, que germinan cual gotas de rocío desde sus ojos heridos.


Que el Dios de la vida voltee su rostro y conmueva esos duros y arrogantes corazones, en tanto cada uno de nosotros nos comprometemos a ser partícipes en sus luchas, que parecieran no tener fin. 



El limonar estará lleno de azahares, ¡mañana!... 

Raquel Rueda Bohórquez


Barranquilla, agosto/13



PRINCESA MARIPOSA [13]

PRINCESA MARIPOSA  [13]

¿Tienes tanta prisa

como para no detenerte un segundo
y detallar una flor?

Antes corría mucho

y me cansaba pronto,
el corazón parecía un campanario
a punto de explotar...

Siempre me ha gustado la naturaleza,

pero cierto día me detuve...
No podía alcanzar más

de lo que la providencia me ofrecía,
entonces detallé una flor...

Al otro día quise correr,

pero me di cuenta
que una oruga había devorado la flor.
Quedé admirada de la belleza de la oruga...

Participé entonces

de la transformación de su vida
y la vi construir una celda
debajo de la más fresca de las hojas,
que con cuidado buscó...

Ya no tenía prisa,

debía esperar un poco,
y cada día me senté a observarla,
hasta que un pequeño punto abierto me dijo:
¡Ya está!, ¡es libre al fin!... 

Entonces salió, parecía agotada,

abrió despacio sus alas,
admiré la maravilla de la creación.

Un trío fue su vida,
un sueño cumplido
en medio de la grandeza del sol ardiente
y una primavera en su estación.

Voló feliz, parecía niña de 15,

se posaba en cada flor del camino;
con esto también me embelesé
y me di cuenta
que había perdido mucho tiempo,
buscando lo que no valía la pena.

Descubrió en un instante

a su amante vestido de traje rojo,
¡muy encendido!, y ella,
de tonos violeta
con pequeños puntos negros,
parecía una reina,
tan divina y brillante, ¡tan feliz!...

Fueron uno en un segundo,

volaron los dos por cierto tiempo...

Perlas diminutas brotaron

y  con amor quedaron bajo otra rama
para ser de nuevo oruga,

mientras la doncella de traje de seda, 
descansó sobre una roca al fin,
sin saber que había sido vida,
hada, sueño,
princesa alguna vez. 




Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 26/13


ME PRESENTO [14]

ME PRESENTO [14]

Soy el novio de la Princesa,
mi nombre es Pedro Agustín,
también tuve una madre que gritaba

cada vez que debía parir,
su nombre era María Antonia.

Fui arador de muchos caminos,
navegante y soñador...

Amé a todas las flores,

a todas mis niñas consolé,
y entre los cantares de cada día,
una sombra oscura

anidó en mi corazón.

Las fiebres del amor fueron mi esencia.
¡Volé de montaña en montaña!...
Anduve tantos caminos y ensenadas
y todo valía la pena, ¡si ella estaba!

Me esperó sobre la más bella orquídea,
me despidió con un ramo de rosas
y el inconsolable riego de sus ojos...

¡Si señores!...

Soy el novio de la Princesa,
la mujer que llenó mi vida de alegrías,
la esposa y amante,

que estuvo conmigo hasta el final,
y entre sus brazos,

una oración calmó mi agonía,
para cerrar con sus adoradas manos,


mi última visión.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 26/13


SUEÑO 2608/13 [15]

SUEÑO 2608/13 [15]

A veces no recordamos los sueños, otras, los recordamos desde el principio y con detalles.

Apareció mi amor, el de siempre, el único a quien nunca he podido olvidar, tal vez por capricho, o porque sí, era la persona a quien le había entregado mi confianza, mi tiempo y mis sueños y ahí estaba, radiante y feliz, sonriendo siempre, amando a los niños, riendo por todas mis tonterías, y yo riendo por las suyas, cómplices durante años en el trabajo, en los avatares de la vida donde alguna vez cubrí su espalda para que no lo echaran por ausentarse.


Su madre estaba grave, y él me llamó desde ese pueblo lindo de Santander, pero ya todo estaba arreglado, a veces debemos mentir por una buena causa, le tenían algo de envidia porque era un “Tigre” como él siempre lo manifestó, y a través de los años demostró que sí, era un tigre y le dio ejemplo a muchos que imaginaron que estaba hundido en los vicios, a todos los arrogantes que piensan que la vida nunca nos dará una nueva oportunidad, y él ahora es una persona valiosa que le sirve a la humanidad, ocupando un cargo importante, desde donde puede servir a otros, y ese fue siempre su propósito, dispuesto, sin cansancio  hacía las cosas muy bien, tal vez en el camino como todos, cometió sus errores, pero tuvo la valentía de levantarse y abofetear a quienes esperaron verlo en una esquina como un pordiosero más.

Hoy tiene una linda familia, se ve radiante y feliz, alcanzó la meta que se propuso a pesar de que era mayor de edad y se graduó casi a los 40 años de médico.

Todos saben de quien hablo, pero es impronunciable su nombre, pues respeto la relación de los demás, pero no puedo negar que es un ejemplo para muchas personas que bajamos las alas al primer fracaso. Hubo un ángel en su camino que lo levantó y ayudó a ser lo que hoy es: Él mismo.

Estaba igual que ayer, joven, hermoso, sus ojazos negros, su cabellera que muchas veces arreglé, pues no le gustaban los peluqueros, yo era su peluquera personal, le arreglaba las uñas de los pies y manos, y puedo asegurar que solo con él, mi madre, mi padre y mis hijos cuando estaban pequeños lo hice, con ese gran amor que me inspiraba.


Fue una época maravillosa e inolvidable donde las mentiras, la envidia y la falsedad de otros, empeñados en dañar la relación, hizo que todo acabara y se desviaran los caminos. 

Estaba arreglando un jardín, ¡al fin tenía un hermoso jardín!, eran tantas las rosas, los lirios, siempre flores, muchas, divinas, perfumadas y frescas, y en éste ambiente lo vi, venía con su sonrisa habitual,  lo esperé con el corazón palpitante como siempre, dispuesta a darle un abrazo y un beso y quedarme prendida de su cuello, llenándonos de caricias, sin privarnos del placer de esos momentos únicos e irrepetibles, pero cuando estaba cerca, aparece mi suegra, no era la madre de él sino otra, mi propia suegra pidiéndome flores, y más flores, y cada vez que deseaba acercarme a mi amor, de nuevo ella, las quería todas, y me impedía abrazarlo y quedarme un momento en el brillo de su mirada,  corría de un lado a otro, ¡tenía tanto oficio!, y al fin, en un momento él se recostó sobre aquélla inolvidable hamaca de rayitas, pasé, y al descuido acaricié sus pies.

Ya me quedaría un instante a solas con él, eso era lo más deseado, esos momentos de complicidad y soledad donde me repetía mentalmente que era al único que amaba, sería mi amor para siempre, pero de nuevo llegaba mi suegra y éste momento del acercamiento nunca llegó.

Le entregué a ella una planta de rosas, tenía muchas, pero cuando quise entregarlas ya no había sino unas cuantas rosas y todas parecían muertas.


Creo que debo mandarle a decir una misa, algo desea ella, pues nunca fue mala persona conmigo, y creo que debo hacerlo, tal vez no ha podido descansar en paz o ella desea manifestarme algo. 

En un momento donde lo buscaba con la mirada corrí a llevarle una flor, pero ellas eran de seda, vivas, no como las que vemos aquí, blancas con tonos violeta y mucho brillo, y la coloqué sobre sus manos, pero de nuevo mi suegra vino y dañó ese instante maravilloso.

En el afán, entre plantas y flores, desperté para darme  cuenta que todo fue una fantasía, como vivir y soñar, todo es así, pero anoche él estuvo conmigo, desperté para saber que otro día me esperaba,  y cada vez que despierto, un suspiro, una lágrima y un agradecer a Dios de nuevo por el hecho de existir y permanecer un rato más por aquí.

Recordé la oración de mi madre: 

“Esclarece la aurora el bello cielo,
Otro día de vida que nos dais,
Gracias a Dios creador del universo,
Oh tierno Padre que en el cielo estáis.


Nuestras voces unimos al concierto
Que el universo eleva en vuestro honor;
Desde la tierra al cielo más profundo,
Tierno Padre magnífico hacedor.


Conservad nuestras almas sin pecado,
A nuestro cuerpo dad fuerza y salud;
Y nuestra mente iluminad piadoso
Con un rayo benéfico de luz.


Por nuestra amada patria suplicamos
Por la Iglesia elevamos oración;
Por nuestros caros padres y familia
Siempre dichosos los hagáis Señor.


En vuestro santo nombre comenzamos
Este día de vida que nos dais;
Haced que lo acabemos santamente
Oh Padre Nuestro que en el cielo estáis”

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 27/13


MADRE [16]

MADRE [16]

Del sabor de tus pechos, 
de esa nostalgia en la mirada
quebranto en mis horas, 
hambrienta de abrazos y besos....


De esa tibieza sueño,
y ahora que no estás, te presiento,
si la lluvia es rocío en las flores
y trina un ave entre las ramas.

De esa dulzura has dejado
abrigando un poquito mi alma.


Entre madreselvas te has quedado
buscando un poco de calma.

De ese amor insondable del mar,

Junto al cielo estrellado;

de esos brillos de ojos húmedos
que por aquí se han quedado.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 27/13

PALABRITAS 270813 [17]


Martes, 27 de agosto de 2013

PALABRITAS 270813  [17]

Pensamiento de Martín Sadataco: anoche no fue mi noche, mi noche fue antenoche, si mi noche fuera anoche, cuando noche tras de noche.
Un burro por muy coqueto, y una yegua por altanera, si no bajan la cerca, también lo hacen por fuera.
Niña bonita, pareces estrella matutina, pero te espera la loza, por lavar en la cocina.
Caminando por las calles del pueblo de santa Fe, con esa jeta tan fea, ninguna chica te ve...
No es lo mismo decir, me gusta el frío, que decir: me gusta él, frío.

 Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 27/13
Publicado por  RAQUEL     en  14:32