jueves, 9 de mayo de 2013

TE QUIERO (125)

TE QUIERO (125)

Te quiero sin medida,
Lo que abarcan tus ojos
Lo que cubre tu estampa.
De aquí hasta las nubes
De allá, hasta el infinito.

Te quiero y no sabré hacerlo de otro modo
Porque sí, porque me antojo,
Porque tu piel negra me embelesa,
Porque tus garras me hieren y lastiman.
¡Porque estabas ahí y punto!

Te quiero por necia, por altanera,
Porque busco la cuesta y me persigues;
Porque me oculto y llega tu aliento.
Porque eres un verso nuevo cada día
Que me llena de sonrisas
Dejando palomas volar en mi vientre.

Te quiero porque mi Jefe lo dijo.
No lo pedí nunca, así era y lo admito.
Me dejo llevar como un riachuelo
Por el cause de tu pecho…

Te quiero hasta que se agote éste amor,
Hasta que la sombra se canse de mí
Y el negro de la noche recuerde
Que alguna vez estuviste aquí…

Te quiero hasta otro día, otro invierno;
Hasta que un otoño nuevo
Enseñe las hojas por escribir.

Hasta que  la primavera aparezca 
Cubierta de nuevas flores y rocío
Y pueda ver más allá de mis propios sueños,
Hasta sentir en esos aromas, tu amor. 

Comprenderás entonces mi verdad.
No importa que te alejes con tu vanidad
Pero lo repetiré: ¡te quiero!

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13

BUSCÁNDOTE (126)

BUSCÁNDOTE (126)
Púrpuras del cielo,
Negruzcos y grises,

Son la voz cansada
Que se quedó en el ayer.

Te busco
Sobre la alta montaña.
Amor mío, en cada melodía,
En cada nota del viento,
En el perfume de una flor.

Quedó el ave sobre la planicie
En el arrozal del ayer,
Donde tus ojos se extasiaban
Y tomada de tu mano sonreía.

Te busco y cada vez más lejos,
Pero  siempre estás, amor.
Eres ese diamante en mi corazón
Sin tallar, firme y fijo, sin mentira.

Te busco y no estás…
Te vas con los aires perfumados,
Con las piernas abiertas,
Con las huellas que encienden el calor
Y al paso del tiempo 
Cenizas que marchan con cualquier brisa,
Y te dejan una mueca de dolor.

¡Pero no importa!, quedaste aquí,
Porque el amor es locura,
Rayo de luz que no se apaga
Aunque marches, y vueles,
Y sólo te vea pasar.

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13 

CLONACIÓN (127)

CLONACIÓN (127)

¡Papi, soy igual a ti!
Me he clonado en tus labios,
Me doblé en tu nariz,
Lo hice en mis cachetes
También en tu cerviz.

Una gran liana me sostiene:
¿Será tu gran amor?
¡Qué hermoso sonríes!
Sí, igual que yo...

Pá... eres mi dulce de leche
Mi almíbar de algodón,
La fuerza que me levanta
Cuando caído estoy.

¡Es tan perfecto todo!
Hasta se ha clonado una flor,
Habita en el desierto
Esperando por tu amor.

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13 


COMO YO (128)

COMO YO (128)

Amor, serás como yo 
cuando grande.


Seremos iguales la luz del sol 
sobre las aguas mansas;
o como la lluvia sobre el desierto...

Seremos tan iguales, ¡tan desnudos!
Que no habrá tristezas ni llanto
si te miras al espejo
y ves mi paisaje reflejado.

Una copia mía te hablará de sueños
que se harán realidad en los tuyos.

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13 








MI POTRILLO (129)

MI POTRILLO (129)

De nuevo mi potro salvaje;
su fuerza viene del interior,
sus pasos ligeros son el huracán;
su voz, un arrullo tímido
igual al cantar del agua 
al llorar de su manantial.

Mi potrillo hermoso... ¡mi niño!
Volando entre blanca espuma
el cielo será un nido;
el alma retoza libre
se oculta, se aleja, regresa...

Y el pensamiento traerá tu voz
que se quedó en el recuerdo
de tu preciosa estampa,
colgada de un oxidado clavo
en mi pared.

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13 


PALABRITAS (130)

PALABRITAS (130)


Aún en la más negra de tus oscuridades

siempre encontrarás una luz.


No te aflijas más de un día,
que el dolor no se convierta en eternidad.

Pero deja que brille la luciérnaga que hay en ti;
alguien notará tu presencia.
Entre más oscura sea la noche
y más pálido sea el día. 

No permitas que rían de ti muchas veces...
Se volverá costumbre,
y cuando desnuden tu alma,
sabrás quién la tenía gris.

Deja correr el agua...
Si lograste regalar más de una sonrisa
y te regalaron igual,
date por servida y continúa tu andar.

Una piedra tal vez te haga tropezar,
una lengua te haga pecar;
pero una oración te levantará
cuando detalles la salida de sol 
en un nuevo día
que un Rey te prestará.

Perdona siempre... sin dolor...
Y espera, la paciencia es un don
que te regalará mucha paz.


Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13

A ESE AMIGO (131)

A ESE AMIGO (131)




A la luz de un nuevo día
copiada en un lago,
con esos matices de cada momento,
y esos rayos luminosos de siempre.

Los verdores repetidos en cada verso,
las aves que van y no regresan,
anidan sobre las copas de las palmeras
y cobijan a los vencejos en primavera.

A ese amigo que me regaló su alegría,
que no reía de mis desdichas,
ni se complacía en ello,
que me tomaba de su mano ante las caídas
y me alentaba a continuar.

Entre tantos, ¡tan pocos!...
¿Pero estás?... ¿Permaneces?
¿Eres el sol en el estero
en mi melancólico lago negro y pesado
donde a pesar de todo, hay alegrías
en medio de tanto dolor?

A ese amigo que retorna en sueños,
y con ellos marcha,
dejando un vacío habitante de soledades,
una imborrable marca en tristezas
al cerrar la única puerta que creí abierta.

A ese amigo le falta algo…
Mi verdadera amistad, mi franqueza,
la que finalmente le desnudó,
para descubrir su flaqueza.

Pero a pesar de todo… ¡gracias!
Porque las carcajadas no fueron hurtadas
ni las horas negadas.

En medio de las broncas del día
y los azotes de la noche,
nos dimos un espacio para el perdón.

Y todo queda en el pasado,
para continuar siempre adelante, 
viendo nuevas aves retornar a casa
con cantos más elegantes.


Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13





MOTIVOS (132)

MOTIVOS (132)


Hay un motivo que nos impulsa siempre,
una razón para que trinemos cada día.
El mensaje está ahí,
en cada segundo.

Pero continuamos pálidos...
Seguimos tristes y agobiados
sin permitir que las sonrisas nos alegren.

Cuando trinen las aves al amanecer,
comprenderemos que sobrevivieron,
que después de aquéllos momentos difíciles,
viene el consuelo sobre un enorme árbol
donde las flores prometen cariños
y mágicos sueños bajo la lluvia. 

Raquel Rueda Bohórquez
9 5 13

SOBRE TUS ALAS (133)

SOBRE TUS ALAS (133)


¡Extiende tus alas!,

muestra tu hermoso color.


Mi consuelo serán perlas

que cantarán mañana,
y tibio será su resplandor.

Dobla las rodillas mi amante reina,
para entregarte todos los perfumes
que con pasión recibirás. 

Verás un bello nido,
rojizos picos declamarán;
como una madre serás amada
con madrigales bajo las ramas
y tiernos cantos de un viejo amor. 

Raquel Rueda Bohórquez 
9 5 13