NO ES UN
BESO
¡No, amor
mío, no es un beso!…
Son tus
labios pegados de mi piel
Cual lluvia
sobre una flor sedienta.
Es el
arrullo abrazado de mi propio aliento
Donde
entregada, soy una sospecha inconclusa.
Quedaron
las sábanas
Sin el
ardor del momento
Y los
pecados sin aposento.
No es tu
boca…
Es la
humedad de tu lengua en la mía
Donde entrego
al sol mis gemidos
Que las
dunas consumieron.
Es un sueño
que no tuvo alas
En su viaje
las podaron
Sus pétalos
esperaron al cirio
Encendido
en la hoguera de mis piernas.
No es un
beso mi amor
Fue el beso
que me arrolló a tus brazos
Y cualquier
tarde me dejó esperando
Al
manantial dispuesto en un ocaso.
Y así… ¿para
qué pienso en ti?
Lo que se
fue no regresa
Es la
torpeza de los años
La necedad de
anhelar
Siempre
anhelar lo perdido.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 7/13
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