LA NIÑA
Era un montón de versos
escondidos entre las sombras
que palidecieron pronto
como su canto alegre
y los juegos viejos
que no tuvieron amigos
ni abrazos ni besos...
Se perdió la niña, tenía 12
¡Tan joven y radiante pudo ser!
Más era un manojo de penas
y la plaga hizo nido en su cabellera
llevándose de su corazón los lirios
para sembrar en su hermosura
tan solo rosas blancas...
¡Se fue en su primavera!...
¡Qué triste!, tenemos que llorar
porque si nadie llora a la niña,
¡los cascabeles rotos lo harán!...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 05 10 20
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