PENSANDO
Pensándolo bien
hoy tengo menos tiempo que ayer
pues había una casa grande
y ahora abarca mi pecho
una gran melancolía.
Fue la cabellera negra
y la boca sólo tu néctar quería
con una pasión loca
que volar me hacía.
Pensándolo bien
las arrugas ocuparon tu lugar
ya no están tus ojos bellos
ni existe la quebrada dulce
ni el perfumado limonar.
Nada es como antes
ahora nos da miedo reír
pues al rato con seguridad
tendremos que llorar.
Nada he aprendido
menos a vivir sin ti
aunque el tiempo
destiña el cabello
y se arrugue el viejo libro
de mi piel.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 23 08 18
No hay comentarios:
Publicar un comentario