viernes, 14 de agosto de 2020

A UN NIÑO

 A UN NIÑO


A la espiga que baila con el viento

que ni el azor divisa, 

pues anda en otra prisa. 


Al brote que abre entre las espinas

y entrega al bosque tan dulce aroma

que la inquietud del abejorro calma

llevando en sus patas sus esporas. 


Al ruido inaudible 

al abrigo de sus plumas

cuando la paloma ve con ojos de madre

lo que se esconde entre blanca espuma. 


A la vida que se crece

al grito del paujil

al silencio del cervatillo 

al color del colibrí...


A lo mágico de todo

a la luz de mi candil

al sueño mudo entre aguas tibias

que pasa por aquí. 


Al niño que no fue 

ni pudo nacer

pero mañana llegará en otra flor

en otro rayo esplendoroso de sol

tocará tu ventana abierta

llenando todo de su resplandor. 


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 14/20





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