TUS PIES/Antonia
Ya no recuerdo el ayer
porque el presente me ha enseñado
que vale más un segundo feliz
que toda una vida desdichados.
Resuelvo la soledad
viendo el andar que deja huellas
y la tarde que se oscurece
anunciando lluvia fresca.
¡Qué hermoso siento
cuando te veo
en tu nido de calandria,
haciendo ruido en las tardes
y cantando en las mañanas!...
Ya no hay virus que atormenten
ni reclamos de búhos en los cerros,
mi corazón tiene dueño
al ver en tus pies pequeños
un jardín que florece
entre todos mis ensueños.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 22 06 20
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