COMPASES
A
un compás de tu corazón
la vida es un cañaduzal
en donde todas las aves son
felices
junto al invisible silbido del viento entre las hojas.
¡Oh amor, cuán
dulce fuiste!
Cuántos párpados se volvieron lago
al recordar que el ruiseñor
siempre tuvo una sonrisa que encajara
en los cuadros de su pecho
una mujer
hecha canción.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 03 02 19
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