martes, 24 de octubre de 2017

ESCUCHA

ESCUCHA
Centrada en mi lugar
siendo una flor donde ha de estar,
pequeños ríos entre la montaña,
gotas que se dejan caer sin engaño
sobre musgos verdes y grises rocas.

Escucha, reclama la brisa su espacio,
hace danzar a las flores mientras trina un ave,
una mariposa hace estación en un lirio
y continúa su viaje con sus mágicas alas.

Un tambor a lo lejos, ¿será mi corazón?
Cansada de no verte, 
advirtiendo una desilusión,
miro al paisaje y no te encuentro.

Camino sobre pálidas brisas de septiembre
para quedar en el mutismo de siempre
navegando entre las estrellas,
robándole a la vida una promesa
con los labios pálidos 
y los dolores que se añejan.

¡Escucha!… escucha…
Todo es blanco y el sonido llega,
un cristal se quiebra bajo la lluvia,
son los pasos de un gorrión que espera
aterido en blanca rama
una palabra tuya siquiera.

Y al paso de la corriente nueva
se llenan hojas de rocío.
¡Qué divinas se ven las cayenas con sus perlas!
¡Qué milagro permanente es la vida!

Y entre suspiros que se alejan,
siendo vana fantasía,
no era nada lo que me dejaba el viento,
no eran cantares los del tambor;
no eras la barca que se anclaba
para quedarse en mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 26/13

Mis padres en la casa de mi tío Carlos

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