RUIDOS
Para el resto de tarde,
y mitigar un tanto los ruidos
que no dejan vivir en paz.
Para estar un tanto
más contigo que conmigo
y aprender a volar sin alas,
llenando mi espacio
con tu grata presencia
y tu divino recuerdo.
¿A qué lugar voy ahora?...
Siempre quiero correr,
más recuerdo que no estás,
y te veo sonreír
sobre la mesita cerca de mí,
y al pensarte te atrapo
y te mezclo en una taza de café.
Ahora huele a ti...
¿Qué más deseo?
Frena la inquietud
y el alma se aquieta.
Raquel Rueda Bohórquez
4 12 16
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