viernes, 10 de noviembre de 2017

ARAÑAS DEL DESIERTO/A las Wayúu

La imagen puede contener: 1 persona, sentado y de pie
Wayúu en clínica esperando a la madre enferma.


ARAÑAS DEL DESIERTO/A las Wayúu

Ellas conocen del espino 
que entre sus filos guarda 
una rica esencia para los chivos.

El despertar del sol quemando
y el arrebol de las nubes
que van pasando. 

Tejen y bordan sueños
entre los cardos del camino,
ese cardón inmenso 
que se vuelve flor y fruto
para favorecer al peregrino. 

Entre arenas y aguas que se alejan,
el hambre sacude las entrañas
y ellas bailan un son valiente
que derriba al hombre 
que después debe amarla.

Enredan hilos en manos y pies,
y piensan tal vez 
que alguien verá su obra 
y pagará lo justo. 

Todos vienen con afán, 
regatean por doquier
para entre negros carbones
volver más oscura su existencia. 

Y la sed se prende del alma
que sacude la prenda infinita
de un Dios que se eleva en el mar
y regresa a besar sus arenas.

¡Siempre me sorprendo!
Las arañas del desierto no repiten obra, 
y en esta genialidad heredada
doblo las rodillas cual flamenco
para orar por ellas. 

Raquel Rueda Bohórquez 
10 11 17

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