PALABRITAS OCTUBRE/16 /2 (6)
1
Todo divino,
quisiera estar así;
que mi eternidad fuera
sobre las olas
pescando payasitos
o caracolas.
2
Dios mío,
que cada día
tenga una sonrisa en mi rostro,
para que nadie adivine
la nube que llora por dentro.
3
Se necesita demasiada paciencia
para soportar a los vivos,
es por eso que me hago la muerta,
porque así sólo me piensan
y no me joden la vida.
4
Pienso que nada en la vida es gratis,
lo único gratis es la vida.
5
Vive en paz
quien no ambiciona poder,
si no sabiduría,
pero ella se encuentra
en medio del pasto seco y la semilla,
entre los guijarros y las espinas...
6
La poesía
es la eternidad de la flor.
El aroma
siempre esperará
el paso del colibrí.
A él le importa
la miel y el rubor,
el aroma lo dejará a otros.
7
Lo que fue,
ahora es un recuerdo;
lo que sucede ahora
también lo será...
8
Rumbo sin Gloria,
pero si el rumbo
lo sigues con Esperanza
o conmigo,
todo será sonrisas
y valles verdes...
9
El amor es una cabra trepando la montaña
para enredarse en la boca de su amante
y parir luego berridos y leche fresca...
10
Sonreía mi hermano
por el miedo de mi madre
al sonido del mar.
Esa ventaja de sonreír
por todo y por nada
a veces también es heredada.
11
Me atormentan los gritos en el piso de arriba,
los gritos a los niños y los insultos,
los golpes por todo.
¿Qué hago?
¿Será que sirve echar agua bendita?
Y sirvió, el ruido se alejó…
Ahora serán escuchados en otra casa,
porque la indiferencia selló mi boca.
12
Habrá una luz afuera
que ilumina lo de adentro;
de ese resplandor
está hecha la luciérnaga
quien espera paciente a su amor
sobre la hoja más verde.
13
¡Cuánta luz existe en el hoyuelo de tu mentón!...
Volaría inmensidades
sólo para tocar con mis alas
esa línea que llega a tu boca.
14
Y el viejo carga con los guijarros del camino,
en tanto la vida en medio de dulces hojas,
llega al pantano y se vuelve colcha,
para que aniden los peces
y se multipliquen entre sus corrientes...
15
Si no puedo ser yo,
¿de qué manera entonces me manifiesto?
¡Qué difícil acertar en éste mundo
sin que nos juzguen con premura!
16
El don del amor se refleja en el color,
en la luz y en el canto de las aves
que despiertan cada mañana
con la felicidad retratada en sus auras
17
Buenos días, hoy todo lo negativo resbalará,
no tengo oídos para necedades,
menos mi boca para hablar pestes de nadie,
¿Cuándo aprenderemos de los golpes de la vida?
¡Ojo, que la parca no llegue
y nos encuentre con los calzones abajo!
18
Hola a todos,
¡viviendo éste día con verraquera!
Un café a la salud de todos.
Huele a madre vieja,
a mundo hermoso
sin máscaras ni disfraces;
huele a bosquecillo entre tus brazos
19
Le falta la sonrisa
que no será en préstamo,
pero tiene profundos ensueños
que de amor se cubren.
20
No siendo más por el momento,
nada me importa lo que la gente diga,
es puro el sentimiento y el amor no miente,
es un lirio pálido en el desierto
que será besado de sol...
21
Nos veremos, ¡pórtense como perros infieles para que los
amen!,
¡o como gallinas tercas, para que las pisoteen!
22
¡El tiempo ajusta bonito el cinturón, para que respeten a
las hembras!
23
Esto es muy lindo, el macho más grandote de más de 20
años que teníamos en la parcela, no tuvo la misma suerte; imagino que las
hembras se hicieron las locas para quitarse ese peso de encima, porque nadie se
dio cuenta y sólo quedó su casita para el ermitaño, a pesar de que hay muchas y
varios machos, ninguno intercedió para voltear su canoa.
24
Historias de amor como ésta, son las que valen la pena, y
por eso me enamoro más de la naturaleza, de los maestros ángeles que nos
rondan. Es que el palomo vino a morir cerca de ella, y el pantano estaba negro,
pero sus heridas cuentan que hubo maldad en los gatos.
25
El macho lleva un canal en el pecho, la hembra es
totalmente plana, pero para hacer el amor, lo hacen con ganas. Las tortugas.
26
Con la música preferida del Bolero de Ravel: ¿bailamos un
poquito y vamos por otro café?
27
Muy bello, en cambio me arrepiento de no haber sido
feliz, pero estoy viva, y el segundo siguiente lo seguiré intentando, la vida
es frágil y el viento ligero…
29
Me alimento con música, con poesía,
con la grata presencia de personas
que me aportan algo más que crítica.
Me alimento del paisaje diario,
del vencejo azul que pasa ante mis ojos
movido por una voluntad mayor.
De tanto me alimento
que siempre estoy agradeciendo por la vida
y luchando por ser una mejor persona cada día.
Perdono y me perdono por cada error.
Raquel Rueda Bohórquez
Sábado, 22 de octubre de 2016
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