MI HERMANO (11)
Antes de mi padre casarse, tuvo una novia; él era muy
querendón y enamorado, pero ella le robó el corazón.
Mis abuelos paternos y sus hijos vivían en una finca llamada
“Paloblanco” de Zapatoca, muy bella. Alguna vez fui a conocer ese mágico lugar,
después de todo, una herencia siempre tiene líos, desacuerdos, rencillas,
rencores; mi tío Luis José finalmente fue quien quedó como propietario de la
finca, luego tuvieron que venderla muy barata.
Mi primo Orlando fue asesinado, torturado y pare de contar,
época muy triste para toda la familia, lo cierto es que con mucha tristeza
tuvieron que salir de éstas tierras, la violencia en Colombia ha desheredado a
todos sus hijos.
En ésta finca mi padre se enamoró de una profesora que daba
clases cerca en una escuela rural, ella quedó embarazada; también para una
mujer soltera quedar embarazada era una deshonra, ¡cuánto tuvo qué padecer!, de
solo imaginar los chismes y comentarios me acerco mucho a ella, pero parió a su
bebé y falleció, (fue lo que siempre me dijeron), alejaron a mi hermano de la
familia y jamás supimos en donde se encontraba.
Recuerdo un tatuaje que mi padre tenía en su brazo con un
corazón y una flecha, tenía dos letras: IG, antes de morir le dije: Ya sé el
nombre de su novia papá: Se llama Isabel García, lo cierto fue que él sonrió,
pero lo respetábamos demasiado, jamás le pregunté de frente los datos de la
madre de su hijo, pero mi inquietud siempre permaneció.
Después de que ingresé a Internet y aprendí un poco, inicié
mi búsqueda aquí o allá, no desaprovechaba para echar la cuñita buscando a mi
hermano, y por cosas de la vida, siembre en la página Facebook. Hace unos días
salió un enlace que decía: ¿Usted perdió a su hijo o a su hija en adopción?, el
tema no era el mío, pero también se trataba de gente que está ayudando y
llevando luz a muchas personas; enseguida escribí lo siguiente:
“Quisiera conocer a mi hermano, un hijo que mi padre tuvo
con una profesora, ya debe estar entrando a la ancianidad como yo, siempre
escribo por ahí, tal vez mi amiga Josefina Plata o alguien de Zapatoca conozca
de su paradero, quiero abrazarlo, sé que es parte de nuestra historia, algo en
mí pide a gritos conocerlo, mi madre siempre deseó lo mismo, fue una novia de
mi padre quien falleció en el parto, pero al niño lo alejaron de todos”.
Después recibí respuesta de alguien con mi nombre y
apellido:
Raquel Rueda Pinilla: Señora... yo tengo vínculos muy
cercanos con Zapatoca y me gustaría colaborar en su búsqueda. ¿Cómo se llama su
hermano y que edad aproximadamente tiene?
-Raquel Rueda Pinilla, gracias, mi padre, porque no tengo ni
idea del nombre de mi hermano, él era hijo de Domingo Rueda Rueda, dueños de la
finca "Paloblanco", en Zapatoca todos conocían a mi abuelo, él tenía
un tatuaje en su brazo IG, le dije que Isabel García y sonrió... mi madre me
contó que ella fue profesora en esa finca... es lo único que sé, que después
del parto de mi hermano falleció.
-Raquel Rueda Bohórquez: Él debe tener como 67 años, es el
mayor de mis hermanos...
-Raquel Rueda Pinilla: Ya le estoy haciendo las gestiones
pertinentes con una tía. Creo que ella le va a dar buenas noticias sobre el
señor. Ella tiene alguien cercano con quien puede ubicarlo. Estemos en
contacto. Ella dice que al final de esta semana le tiene noticias sobre él.
-Raquel Rueda Bohórquez: Raquel Rueda Pinilla Seria mi mejor
regalo, hace muchos años escribo por ahí cada vez que recuerdo que tengo otro
hermano a quien siempre pienso aunque no lo conozco. ¡Sería maravilloso!
Gracias.
Aquí voy con mi historia, acabo de recibir éste último
mensaje, una casualidad grande, el destino, el mundo un pañuelo, tanta gente en
Zapatoca pero jamás nadie me dio luz en nada, me siento muy feliz y dichosa,
mis hermanos bromeaban cuando me veían escribiendo notas: ¿Para qué más
hermanos, no es suficiente con las caspas de hermanos que tiene?, pero mi
hermano mayor presiento que no es una caspa, es “MI HERMANO MAYOR”, y sí, de
corazón, deseo abrazarlo, sé que es de buena familia, buena persona, lleva los
genes de mi padre y debe ser muy parecido a él, entonces hermanito, ya lo
sabes, desde siempre “te quiero”, ese será un gran día. Lloro ahora porque hay
una conexión entre los dos, tienes muchos hermanos y hermanas, todos lo sabrán
el día en que te vean y me vean de tu brazo cruzar la puerta grande, esa puerta
que jamás se debió cerrar.
Eres un gran regalo para mí. Gracias Dios mío, porque me has
escuchado, no es justo que me vaya sin tener la fortuna de dar un abrazo a éste
hermano que envejece a la vez conmigo, no es justo que la juventud la hayamos
perdido por tantos remilgos de los mayores; una vez nos veamos, el ayer será
olvidado para vivir el presente, aunque sea un día, no importa, ¡valdrá la
pena!
Raquel Rueda Bohórquez
21 7 16
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