lunes, 13 de junio de 2016

A LO LEJOS (22)

A LO LEJOS (22)

Y a lo lejos, serena y dorada,
la tarde me hacía ver hacia la cuesta.

Era en ese elevado bosque
que deseaba mi corazón juntarse
EN un manantial con el río, junto a ti.

A lo lejos también,
cruzando un estero de azulados tapices y blancos algodones,
trepando por la montaña más alta
 y llegando luego a la cúspide de tu mirada,
en donde algún día, ese día en que nada hallaba,
en medio de todo ese mundo de gentes,
de flores y de aves, te vi, mi corcel de ojos negros.

A lo lejos está lo que amo...
¿Cuándo el destino estará tan cercano,
que pueda tocar tus manos y hallar consuelo
bajo un árbol pleno en primaveras,
anunciando que pronto la nieve
cubriría en sus alturas las blancas cabelleras?

A lo lejos, ahí te veo,escucho un relincho, mi corazón salta
soy un potrillo,  quiero volar cual gaviota, más no puedo,
 hay un horizonte raro que me impide tocarte,
 y un destino incierto que no me deja verte...

A lo lejos ese mismo sonido nos une,
 escucho tu voz y el aire caliente de hoy, me sabe a ti.

Tienes el sabor de la musa,
 eres la sonrisa más soleada,
 porque mi astro se había apagado,
 hasta que llegaste cierto día y con un solo grito,
sabía que serías para mí,
 un rincón inesperado
 que aliviaría un tanto,
 esta larga soledad.

Raquel Rueda Bohórquez
13 6 16


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