DIGO QUE SOY (36)
Esa versión triste de mí, en un frasco viejo;
Ese payaso que ríe siempre con los ojos húmedos.
Esa oveja gris que tiene todo blanco por dentro;
Esa vecindad que no habla, pero grita con la mirada.
Digo que soy una cometa,
Un pájaro volando en círculo;
La dama de escasa cabellera
Que inventa ser una potranca saltando,
Que idea ser un ave cantando.
Esa espiga que espera a que anide un ave;
¡Qué sea gorrión!, me gustan mucho,
Parecen campesinos de rostros contentos
Aunque la paga sea mísera,
Siempre están declamando versitos a sus amores;
Saltan y saltan, semejan niños en los hogares
Y almas de los que se fueron.
Digo que soy la rosa vieja que se deshoja.
Es poco a poco, en silencio;
Pero es el silencio su amigo y redentor
Porque ahí nace un poema,
Resucitan en tus ojos negros y en tu boca.
Es ahí en las rayitas de tus labios,
En tus dedos arañados de bosque y espino;
En tu pecho fuerte y vigoroso
Donde queda mi pequeñez.
Es ahí en donde el mundo me vuelve poeta
Y me siento grande como una hormiga,
Doblo el cuello de ave para bendecir el agua que tomo;
Luego, airosa me vuelco entre las olas marinas
Para ser un ermitaño de nuevo.
Raquel Rueda Bohórquez
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