sábado, 28 de mayo de 2016

A UN AVE (18) (R)

A UN AVE (18) (R)


¡Qué charla tan hermosa tienen los pájaros!
El río le canta a las rocas sus amores,
En tanto sigo pensando en ti,
En lo que hubiera sido y no fue.

Calla el mundo en mi garganta
Y lo veo a Él aparecer
En medio de la flor más encendida,
Y el árbol más frondoso.

Se aproxima el mediodía y nada pasa.
Un copo de nieve imaginario
Hizo estación en el verso triste de un ala
Que impaciente se movía sin avanzar.

Parecía lúgubre melodía en un altar
Donde no existía la vida ni el aroma
Para que el alma se agitara
Y pudiera el mar surcar.

Las nubes, ¡qué bonitas están!
Esperan la lluvia de la tarde
Al viento agitar ese interior
Para lloverse en poemas
Que mojen del albor su esplendor.

Un raro presentimiento
Parecido al vértigo del primer beso,
Ha tocado mi estómago y lo enciende,
Retornando el recuerdo de pálidos anhelos
Que se llenaban de versos de madre,
De abrazos y besos juguetones.

 Y el ave azul que cantaba en su prisión,
El pájaro rojo que encendió de amor;
El ave del ala herida y sin aliento
Se han juntado en un lecho de algodón
Que recibe el sirimiri y su fragor
En otro bosque, con la estación del sol
Secando sus afanes.

Sí, en ese lugar alumbra mejor…
La vida se vuelve tibieza,
Parece agua de panela
Servida por las manos del amor.

¡Y voló tan lejos!, sanó todo, se fueron.
Se toparon con el espíritu de la nieve
Que se deshiela en mis pestañas
Y me quedé aquí, en el mismo rincón,
Enredando versos de amor para el tiempo.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 28 5 16

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