NIDO DE MIRLA (30)
No hay eternidad para el dolor,
Pero sí hay espacio
Para pequeñas alegrías.
Saboreo mi hoy a la medida de tu amor
Y acepto el ayer que pasó,
Cual sombra de águila sobre mi hogar.
Todo viene y va;
Somos pájaros azules
Que nos juntamos en el cielo,
Y entre más distancia,
Más encendido será el fuego;
Y entre más brisa
Más lluvia y sereno...
Ese nudo que ayer apresaba mi garganta
Se ha ido, lo quemó la distancia y el olvido.
Ahora canto cual toche en una gran rama
Y miro cómo se crecen los pastos
En medio de orillos de plata y oro.
¡Todo pasó!, no hay tristeza...
En medio de la neblina de mi cabello
Ha quedado de ti un recuerdo,
Y hasta nos parecemos en los ojos,
Hasta puedo decir que soy tú
En este nuevo espejo.
Te cuento de ahora Princesa mía,
Que todo sigue igual, menos tu presencia.
¡Ésta resta no me gustó!, estoy enojada;
Pero mi lorita sabe cuándo vienes a casa
Y tararea tus enredos en lenguas
Para hacerme sonreír,
Y saber que jamás te has ido,
Que sigues floreciendo poemas en mi corazón
Y te enredas mi dulce mirla de ojos tristes
En cada hilo encendido de mis venas.
Raquel Rueda Bohórquez
26-3-16
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