DE ESTA TARDE (67)
Se ha ido sin bonanza,
Cayeron las tejas de mi techo;
Fue correr en desespero
Sin un varón en casa.
Por algo la vida me hizo valiente.
A punta de amargos y alegrías
Se alejó de mí la cobardía
Y corrí más veloz que la prisa.
Luego, al caminar y correr,
El huracán se desvaneció...
Fue un toque plácido
Que mi árbol con alegría recibió.
Entre las hojas viejas
Se ha esfumado la tristeza;
Han quedado de nuevo
Organizadas mis tejas…
¡Qué varón fue Andrés!
Apareció como un ángel.
Ahí estaba providencia actuando
Y de un soplo, con una sonrisa,
Nació el alba y regresó la calma.
Raquel Rueda Bohórquez
19-3-16
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