viernes, 12 de febrero de 2016

HUBO DERROCHE/A mi madre (44)

Una luna del poeta, colgada en el cielo, y un fondo de nubes rojas, parece un lecho; un edredón de seda, besando la íntima dulzura de dos cuerpos desnudos, amándose y llenándose de carne y huesos...

HUBO DERROCHE/A mi madre (44)

Ayer y hoy, el cielo era vino.
De su tinto probaron mis ojos;
Y de tu desdén mi carne.

Hubo derroche de todo,
Más para mí: ¿qué?

Fue lejana tu mirada
En ese después
Que nos topó bajo la misma cobija,
Con ese desvelar de luna
Tapizada de rojos encendidos.

¿Fue un ocaso?, ¿será luna o sol?
Lo que sea, me importa que besa el mar;
Que sacude de mi alma sus fibras,
Y en ésta intimidad, entre tú y yo;
Nos emborrachamos con esas uvas
Que aparecen un día como hoy
Recordándote en ese ayer
De besos y caricias, de lunas,
Muchas lunas llenas
Bailando pasillos en tu estómago.

Hubo derroche, ¡lo sé!;
De amor,
De abundante amor...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 12/16












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