sábado, 20 de febrero de 2016

DIOS MÍO (19)

DIOS MÍO (19)

Dios mío, gracias por éste segundo de vida; por este suspiro de amor, porque a pesar de todo, ha salido el sol sin variar su intensidad y su fuego, ya que habitas en él.

Es un ojo mágico que tienes colgado del cielo, a esa intensidad pido por la salud de los enfermos, en especial por una amiga que hace muchos años no veo, pero que ahora necesita de ti. Sea cual fuere el resultado, tú no equivocas nada, eres como un pastizal húmedo para las aves, una flor abierta para un colibrí.

¡Bendito éste día!, ¡maravilloso!, cuántas veces pueda cantar y sonreír, cuantas veces pueda llorar, que sea de amor, de inmenso amor por tu obra divina.

Como una cigarra al sol, amanecí para ti, dame tu mano, pasa por éste cuerpo cansado y herido y sentiré el calor de tu amor; contaré al mundo que eres tan real en las manos que me tocan y ayudan, que al despertar sólo habrá cánticos de amor para ti, agradecida ante tu favor de ver esos ojos míos en los de ellos, para renovar de mi corazón toda herida vieja, viviendo sólo por tu obra, cantando tus mensajes y escribiendo tu nombre, cada vez que la lluvia de mis ojos limpie a esas mis niñas, que se guardan en su fondo de cristal.

Eres tú amor de mis amores, mi mayor pasión para vivir, nada me enreda más que poder volar hacia la inmensidad, ¿pero hacemos un trato viejo amante?, devuélveme a la vida, entrégame ese regalo en salud otra vez, ¿lo harías?, pero si nada respondes, es porque me amas más de lo que puedo amarte, y tienes otra misión más grande para ésta carne que se vence aquí, pero se renueva, parece una hoja que inicia a brotar; has llovido de tu luz sobre mí, y espero a tu voluntad con la misma paciencia  y fervor con que viví cada día.

Mi nombre es Alba, es nuestro secreto.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 20/16

No hay comentarios:

Publicar un comentario