Y
OTRO DÍA [38]
Como
otra larga noche
asustados
con el canto del búho,
para
despertar luego
pendientes
de una gota de rocío
pegada
del techo,
caída
en tu rostro,
juntada
en la tierra.
Otra
clave para que suene la música
de
otra manera, sin miedos,
que
nada perturbe más que unas garras
aferradas
de tu cuello
apretando
luego el pecho.
Hundida
en ti la vida
en
esa profundidad de vueltas y vueltas
de
giros y giros,
rotando
como un mundo en tu esfera
su
esfera y la mía,
amaneciéndonos
cuerdos
o
en espiral,
Despertando
para saber
que
aún cantan mis árboles,
que
hay sueños de hojas que caen
y
van danzando en la brisa
con
ese último aliento
para
morir y resucitar de nuevo
siendo
lirio blanco,
o
pegados de un copo de nieve
para
girar y girar de nuevo,
repetidos
como
bruma tan solo,
luz
o espuma en una ola
rebotando,
pegando
tocando,
besando
el derecho de pensar
y
descifrando el aroma de vivir.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla
mayo 12/15
Publicado
por Raquel Rueda Bohórquez en 4:48
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