EL MAR DE
TESTIGO (17)
Agitando sus
aguas en la orilla,
Arrogante
caballero, tu ruido es anhelo,
Abriendo
alerones, cerrando picos
Cumpliendo
sueños…
¿Qué día es
hoy?
Era otro domingo
repetido.
Es que para
vivir en tinieblas
Basta no
pensar en nada.
Para saberme
tuya es suficiente no sentirme
Despejar de
mis ojos la tristeza
Y confiar en
que se crecen las olas
Entre mis
pequeñas letras.
¡Oh amante
viejo!
Eres para mi
corazón un espejo
Donde caben
todas mis alegrías
Y se quedan
en tu sal mis penas.
Pero ahora;
¿Quién
escribirá a lo frágil de la vida?
Entorno la
mirada y me vuelvo mariposa
Y ni
siquiera el viento fuerte me ha quebrado.
Ni porque un
aluvión de estrellas ha caído,
He dejado de
besar tus aguas
Y tú sin
freno,
No has
parado de mojar mis remos.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
diciembre 20/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario