jueves, 3 de diciembre de 2015

A UN ÁGUILA (66)

A UN ÁGUILA (66)

Y arriba del pinar,
En el instante de una brisa fuerte
Le hallé...

Eran sus alas una cobija;
Su pico abierto con donaire,
Entregando versos a sus hijos.

Entonces, sorprendida un tanto
Le hallé de nuevo, en la misma pose,
Viendo hacia el mar...

¿Qué hará?...
¿Qué tanto hace un águila?
¿Qué la puede entretener
En ésta inmensidad tan azul?

Y otra vez le vi
En picada sobre la vida
Con sus espadas manos;
Y voló de nuevo,
¡Una y otra vez!...

En esa tarde me entretuve mucho.
Una vez fue un pez, luego un chorlito
Que parecía tan feliz
Correteando por ahí.

Más al adivinar de su razón;
Al palpito del sino de su vida;
De nuevo se apretó mi corazón
Y conmigo el de él. 

Luego la vi otra vez,
Orando poemas a esos picos abiertos;
A esas primaveras que tanto le amaban
Y ahí de nuevo, sin mirar atrás;

¡Extendió sus alas,
Y el sol se entretuvo también,
En su majestuoso andar!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 3/15





No hay comentarios:

Publicar un comentario