DE MI VOZ
(74)
A veces
cuando no puedo dormir
Un ardor
quema el pecho,
Arde mi piel
por dentro,
Pide agua mi
carne
Que parece
un seco bosque
Anhelando de
llover.
Entonces
vienen "ellos"
Sombras que
van y vienen;
/Es que
conmigo se entretienen
Los que hoy,
son ayer.
Y una voz,
Una pequeña
voz que no fue
Se armó en
un vientre oscuro.
Una flor que
no dejaron nacer
Se oculta y
le veo
En un túnel
de cristal
Pidiendo que
mis ojos le adviertan
Y mis manos
le acaricien.
¡Gracias a
Dios por mis hijos!
Jamás de mi
carne un desdén,
Fueron
sembrados en tierra fértil
Y tenían que
nacer.
Pero
aquéllos fueron de un día de carnaval,
Esos que
enredan el coraje de ser mamá,
Por esos que
rogaron un beso
Y les dieron
golpes de cincel.
¿En dónde
estás pajarito sin nido?
¡Si pudiera
sacarte de tu nicho
Y ser madre
para ti!
Pero nada
puedo hacer,
Mi historia
se truncó
Y ahora
buscas ser mi sombra
Porque tal
angustia percibe mi alma.
¡Dime quién
fue!
Casi que
adivina
Un sentido
sexto de mujer:
Me dice que
era morena
Y pardo tú,
de ojos azules.
Ahora una
súplica enreda
En medio de
pasos y tormentas,
De asqueroso
momento
Que con tu
ingenuidad jugó.
¿En dónde
estás?
Quiero que
esta noche estés en mi sueño,
Que me digas
el nombre de tu asesino,
Y entonces
cariño de calicanto,
Te bautizo
mío,
Te bautizo
hijo del infortunio
Y me dirás:
¡mamá!
¿Quién sería
esa malvada,
Que dentro
de mi corazón enterró
Tu pequeño
cuerpo?
No pidió una
noche para nacer
Sino que
esperó por siglos un vientre
Y por ahí
corriste ríos caudalosos,
Por ahí
cruzaste sendas oscuras
Hasta
iniciar la cometa a volar.
Pero si te
encuentro,
Si libero tu
corazón,
Te pondré un
nombre
Y serás hijo
de mi hogar,
Niño que
volará
Con las alas
prestadas de un gorrión.
¿Sabes cómo
te llamaré?
Te diré:
Ángel
Mi pequeño
Ángel
Bañado en
rosas rojas
Cualquier
tarde tenebrosa.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 11/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario