LOS OJOS DE
MI AMOR [81]
Mi amor tiene los ojos como el mar,
su pupila es un manantial que copia el mundo y refleja un bosque donde cantan
aves, y fabrican sueños las luciérnagas.
Amado mío: despertar es el regalo más
hermoso, dormir con placidez, ¡desde cuánto tiempo no lo hacía!, tengo la piel
envejecida, antes de tiempo, me querían ver en ruina mis enemigos, pero sabes
quienes son, así como cada hilo de mi cabello, ¿entonces, para qué me afano?
Hoy amanecí como una tórtola, ¡contenta!,
no tengo miedo porque estás aquí, suspiras en mi pulmón frases ciertas, tomas
mis dedos y escribes en ellos y me abandono a tu voluntad y gracia.
Ayer una honda disparada en
oscuridad, hirió mi carne, sentí una espada en mi pecho, al rato todos se
fueron, uno a uno me abandonaron, era fastidiosa a sus oídos; pero tú sabías
que nada estaba bien, te llevaste a mi amiga, ¡estaba tan cansada!, pero seguía
pasando cuentas de su rosario de lágrimas. Estaban aquí, no se han ido, sus
presencias son aromas que matan esa fetidez que ha quemado mi pecho.
Hoy me antojo en nombrarte, porque te
has quedado como una prenda, orquídea al fin, aromando mi bosque desteñido. Le
pones color a mis alas, ahora soy un vencejo azul que vuela y recorre tiempo
sobre tiempo. Cruzo nubes grises, sin
miedo, siendo tan mínima me vuelves grande porque en ti confío, mi roca,
esmeralda que pintas cada rama, joya que besa cada flor a su paso, luz para un
náufrago perdido y asustado, y hallo en ti esa paz negada, tesoro perdido: ¿qué
otra cosa de más valor puedo buscar?
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 1/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario