Mi amada princesa
Mi madre hermosa,
una primavera eterna para sus hijos,
aroma de flores pequeñas,
grandeza en sus perfumes,
belleza en sus favores.
En tu falda de lino me duermo
Son tus ojos de verde melancolía,
Mi madre hermosa,
una primavera eterna para sus hijos,
aroma de flores pequeñas,
grandeza en sus perfumes,
belleza en sus favores.
ERES 2 [25]
De éste nuevo día su mágica aurora,
casi que redimes mis pecados al
verte.
En tu falda de lino me duermo
y de tus blancos gajos de rosa
me prendo.
Eres la conciencia que grita:
¡Aquí estoy!, ¿crees que me fui?
He tocado de tus ojos pálidas perlas
llevando al océano tu sal.
Y de la tristeza soy alegría,
bosquecillo donde anidan las
calandrias.
Son tus ojos de verde melancolía,
y son los míos de sutil esperanza.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 22/15
Mi madre hermosa, una primavera
eterna para sus hijos, aroma de flores pequeñas, grandeza en sus perfumes,
belleza en sus favores.
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