EL CHICO DE LA PATINETA [62]
Ahora
un chico juega en mi puerta, pasa con sus patines a mucha velocidad, ¡tan joven y hermoso!, ¿15, 16?, la
señora de los aguacates a quien Serbio veía con ganas porque tenía muy bonitas
piernas, sí era su muchacho. Un día no regresó a jugar más, y lo único que
supimos, fue que se lo llevó un exceso de antibiótico, ¿sería?,
todos nos vamos el día que nos toca, puede ser un resbalón o simplemente
quedarnos dormidos y dejar la mirada en estación, pero no hubo invitación, ¡qué gran sorpresa!, ni una despedida, fue tan difícil
que todo fue en silencio con sus padres y otro hijo, pero lo cierto es que a
veces escucho sus carcajadas cerca de mi puerta, y una patineta hace ruido,
como un sonajero de ángel que decide cantar para nadie, con su sonrisa de joven,
sorprendido ante la vida, pues no tuvo tiempo de pensar, que la muerte,
acariciaba su negro cabello con íntima ternura.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
septiembre 3/15
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