ÁNIMO [29]
Hoy amanecimos de mejor ánimo que
ayer, cargando baterías con energías cósmicas de amor, y esto es bueno para mi
salud mental, de éste poco que recibo de todos sus resplandores, es que deseo
hablar. Me llegan energías azules de África, doradas de Japón, rojas de Estados
Unidos, blancas de Alemania, y así de todo el mundo, cada vez más sorprendida
con la gente que lee mi blog que muy poco he compartido, pero todo lo recibo
como bendición, creo que estoy en una tarea de perdonar y perdonarme.
¿Qué tenemos que perdonarnos en verdad?, para
mí, estoy segura que mi propia timidez ha mantenido miles de puertas cerradas,
se me han ofrecido oportunidades, pero tenemos miedo a expandirnos, y como un
cangrejo camino hacia adelante un paso y retrocedo otro tanto, y hasta más,
pero éste vicio me fue dado, pertenezco al signo agua y tierra, mi astro regente la luna me hace una persona
melancólica y variable.
Unas veces estoy como una ola muy
elevada, y al instante, a ras de arena, lo importante es que no haya cansancio,
nunca he visto a un ermitaño cansado, el mar y las arenas son su motivo, ahí
está todo, las rocas, las aves que cantan y alegran los días con sus
algarabías, rocas tan pacientes que se dejan besar con ardor de las aguas
marinas, las arenas que esperan una huella nuestra, y el sol, mi divino amor
tocando lo tibio, y ella, la brisa, reina de mis pulmones quien me regala besos
para suspirar de amor por ti, y agradecer éste momento único e irrepetible en
mi vida, éste ahora que me tiene aquí pegada de una página en blanco.
Te quiero, porque has sido paciente
conmigo, te amo porque eres luz en mis auroras y paz en mis noches, te adoro y
me vuelvo grande, cuando beso a mi madre y siembro una semilla, que será mañana
un inmenso árbol.
Ser condenado por amar, es el castigo
más divino.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 19/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario