UN DÍA 10 [60]
Mi madre parece una reina en medio de todos
sus nietos, un día 10, como ella, fue el más perfecto, porque mi Rey puso sus
ojos sobre su dolor, y hasta ahora comprendo que también sobre el nuestro.
Bendita mujer que nos trajo al mundo y jamás
renegó de su suerte, sino que agradecía cada instante por sus flores, sin
importar cuántas espinas lleváramos, no una, sino muchas veces, pero también fuimos
motivo de alegrías y consuelo, decía que éramos ese murmullo de palomas que
bendecían su hogar, y que su corazón se volvía un gitano cuando nos sentía a casa llegar.
Estás en mi corazón y en el de todos, ¿quién
ha muerto?, nadie muere, pasamos a ser polvo de estrellas, o gota de lluvia en
el manantial interior de cada mundo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 10/15
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