viernes, 14 de agosto de 2015

MI YO GAVIOTA [48]


MI YO GAVIOTA [48]

Aunque tenga mis alas mojadas
y el mar sacuda con fuerza sus olas; 
y el río corre veloz por espinosas laderas,
 hacia el fondo dirigirás mi vuelo.

Si tengo miedo cerraré los ojos
 para no estrellar la carne contra las rocas, 
y providencia en la brisa sonora, 
empujará mi pequeña barca hasta tus brazos.

Ahora, un poco de sol les ha secado; 
he pensado en ti, ¿pero en verdad me quieres?
Todo viene y va cual  olas sobre la playa, 
y me quedo acompañada de una vieja soledad.

Se mueve un espejo en tu profundidad; 
mis ojos avistan un tesoro para mí:
¡Oh!, amor de mis amores! 
anoche tuve mucho miedo, 
pero un despertar de cielo entre rosas y espinas, 
me dice que eres el dueño de mis suspiros, 
eres Rey en noble cuna 
porque secas mis alas en invierno,
 y las mojas en verano.

Cambió en un parpadeo el paisaje; 
mi corazón ya no tiembla, 
ese calor que ha quemado por dentro, 
ha encontrado un oasis para calmar su sed, 
y ahora, regocijo y cantares, 
arriba con todos los pájaros blancos, 
que entre garzos, 
le hacen honores a éste nuevo día.

¿Viste mi amor cómo  el águila te puede ver? 
¡No eres tan pequeña!, ¿creías ser invisible para Dios?
Cada queja tuya la toma en sus brazos
 y cada curva del camino la endereza por tu bien.

¡Estrellas y más!... 
 Dios se vistió de añil, pero en la noche,
 negro será su vestido,
 para que veamos pepitas centellear,  
diamantes puros de su corazón 
siendo estela arriba de todo, 
y paisaje para contemplar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 14/15





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