Chipirila en oración
SOMBRAS 2 [35]
El gorrión que habita
mi árbol
a veces se crece cual águila,
si el sol pega de
frente
y agranda su sombra.
¡Quiero ser grande!
-Dijo el gorrión a
una palmera.
-¿Y para qué deseas
serlo?
-Preguntó una semilla
de cocotero.
¡Quiero ser como tú
para ver desde arriba
el mundo,
siempre estar sobre
el mar y las olas!
-¿Crees que serás
como yo?
- ¡Qué tonto eres
gorrión!, ¡eso jamás!
El gorrión le espetó:
Soy más grande y más
alto que tú,
más veloz y sagaz
ante mi depredador.
- ¿Acaso me puedes
ver?
-¡No puedes tu cuello
doblar!
La palmera lo
intentó,
pero un sacudón
fuerte
hizo que cayeran sus
frutos
y uno de ellos hirió
al gorrión.
- ¿Sí ves?, no puedo
correr,
¡pero sigo siendo más
grande que tú!
¿Acaso puedes anidar
en mis ramas?
¡Ni siquiera eso,
tonto gorrión!,
y casi mueres por
fanfarrón.
Un rayo de sol
cubrió al gorrión
mientras intentaba
volar alto,
y la palmera se
sobresaltó un poco.
¡No me hagas daño
gorrión!
¡Qué grande eres!
¡Esto es magia, no se
vale con trampa!
Magia es saber doblar
el cuello
para tomar lo que la
tierra nos regala,
y extender la mirada ante el universo.
Somos un
punto en medio de todo
aquí no hay grandes
ni pequeños,
vivimos como pequeños
pareciendo grandes
y como grandes,
siendo pequeños.
Aprende a ser como
las aves
y si la lección de
volar te sirve,
águila serás en
cualquier instante,
cuando la luz del sol
te sea propicia.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla, julio
19/15
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