domingo, 12 de julio de 2015

HACIA TU CUMBRE [81]



HACIA TU CUMBRE [81]

Recuerdo el día en que nos juntó un invierno,
pero luego pasó el ardor,
quedaron sobre la mesa los jarrones de cristal vacíos,
y la mirada de un caballo sin freno que saltó la cerca,
para buscar amor bajo los húmedos calzones de otras,
más pordioseras que yo.

Buscando el amor, ignoré que el tuyo era cierto,
gajitos de azahar en flor perfumando mi existencia
ocupando senderos y caminos,
donde había mucha roca y espino por limpiar.

17 razones y más para vivir,
se juntó el hambre y le dijo a las ganas de comer
que entre todos podríamos elevar castillos y cometas,
pero el ideal es torcido cuando un árbol joven
no endereza su camino.

Abrazos y besos por doquier,
siendo caballitos de  madera trotamos;
se nos partieron las patas,
nos dimos fuerte a veces,
y otras, nos contentamos.

Rezamos iguales oraciones,
crecimos con las mismas risas y llanto,
para siempre encontrar en tu montaña
la gracia de un aroma a madre.

Siguen corriendo los caballos,
cada uno continúa su destino;
el mío, eran tus brazos y tu pecho mullido.

¿Si te cuento ahora me creerás?:
Desde que te fuiste, estoy muerta,
no hay motivo sino perseguir tu montaña,
trepar hasta el cerro que esconde mi sol
en ese verdor intenso de tus  ojos.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 12/15

No hay comentarios:

Publicar un comentario