MI CANARIO [51]
Es y seguirá siendo un ángel,
la casualidad lo hizo
prisionero
por robar un poco de
su esencia.
Acompañó soledades y alegrías,
trinó más de lo que
debía
a pesar de su cárcel
impuesta.
Hoy ha dejado su espacio vacío,
dije que nunca más un
ave prisionera
y en medio de mi
congoja,
fabriqué un nido de
tierra
con flores amarillas
y rojas.
Serán mi despedida
a tan inmenso amor,
a quien repartió
alegrías
al despertar el sol
y al ocaso entregar
su adiós
de ojos negros
viendo hacia la nada,
con alas de libertad
en negra cuna.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla, julio
14/15
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